miércoles, febrero 27

Nick Cave, Warren Ellis - Song for Jesse

 Nick Cave, Warren Ellis - Song for Jesse

La vida sin mí

Eva tiene ojos cansados y risa sincera. Lucha cada noche con sus demonios y vence la mayoría de las veces o consigue treguas duraderas. Aprendió a quererse y la libertad nace de sus manos. Debe tomar coraje, no confundir generosidad con abandono de si misma. A veces se ahoga porque su corazón ocupa casi todo su cuerpo.

Verónica, como la mayoría de las mujeres hermosas, ha sido traicionada por su belleza. Está sola y perdida, pero su luz interior sigue brillando y las estrellas guían, son refugio, equilibrio y vida. Pronto se encontrará y no habrá noche cerca suyo.

A Elisa el miedo la sigue como una sombra, pero el amor es fuego y quema las babas del diablo. Se llena de cosas porque el silencio espanta, pero el vacío no se llena de quehaceres. No parece feliz aún feliz y sonríe con duda, dolor, y angustias invisibles. Terminará aceptando que es un ángel, sus alas cubrirán el sol.

Alessandra, entre la espada de su mente, estratega, pragmática, materialista, y la pared de su alma, joven, inocente, mágica. Como una moneda de dos caras que gira, gira y cae siempre del mismo lado, aunque se haga trampa. La niña que desaprende paso a paso, volverá a su esencia, esa parte que no planea ni desea, solo es.

Emilse todavía siente mis manos, mis labios y mis ojos sobre su cuerpo. Mis palabras aún secan sus lágrimas. Pero olvidará porque no ama, y del amor se nutre la memoria. Se perdonará y perdonará al mundo ser su hija, sabrá que pidió nacer y a los gritos, sonreirá mansa como la lluvia.


sábado, febrero 23

Secante

Hay dos tipos de dolor, el dolor físico y el otro. El dolor físico se aguanta, se aguanta y cuando no se puede más se grita. El otro es más difícil de aguantar y mucho más difícil de gritar, y cuando no se grita se ahoga, no se dice ni se llora. Se traga como saliva, se deja ahí, total no se ve, como tierra bajo la alfombra. Se sonrisa falsa, se disimula, se hace como que no. Y se espera que el tiempo que todo lo cura, lo cure como a todo. Pero el tiempo es como un remedio, cura los síntomas y el dolor sigue, se va convirtiendo en caspa, mal aliento, insomnio, úlcera, o lo que es peor, en miedo. Un miedo oscuro como el adentro, que huele a intestinos y mastica rabia. El miedo impide, detiene, cansa. Te va devorando de a poco, dejando de vos solo la cáscara, que aún vacía continúa sonriendo, haciendo como que no, no me duele, estoy re bien, mejor que nunca, en serio, te juro, siempre tuve ojeras, soy así me distraigo, disculpame ¿Qué me decías? Ah sí, perdón, es que no tengo ganas de hablar, no es por nada ¿Dónde está el baño?

Abrir la canilla y mojarse la cara de papel secante.

Por otro lado hay un solo tipo de alegría, de la que no se aprende como del dolor pero que se ríe siempre verdadera y maravillosamente. No es que la prefiera, le admiro la falta de consecuencias.

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Música: Jamie T – Operation.


jueves, febrero 21

Caída

No, nadie me vence en un mano a mano, son años de barrio, años de cagarse bien a trompadas en la calle, en la cancha, se aprende, es inevitable, de cada caída. Tratá de tirarme al piso ¿Ves? No podés, el arte de aprender a mover los pies, cambiar siempre el punto de apoyo, la pierna que sostiene el peso del cuerpo se alterna, vas dando pasos así ¿Ves? Mientras me mantenga parado es difícil ganarme, las piñas que tirás son fáciles de prever, es solo moverte un poco a la izquierda y para atrás y después que tu piña pasó derecha y sin encontrar oposición, tu cuerpo desbalanceado pierde el equilibrio y entonces es solo dar el primer toque, de derecha sobre el cuello, no demasiado fuerte porque ese golpe puede matar, solo un toque en la nuez de adán, la respiración se te corta de golpe, y el susto te invade, no podés respirar, te inmoviliza... y en ese momento el miedo te hace gastar el poco aire que te queda en los pulmones para tratar de acertar algún otro golpe, sin fuerza, sin dirección, lo bloqueo con los brazos abiertos, y doy el segundo golpe, este sí un poco más fuerte, sobre el plexo, justo donde las costillas se abren, eso te ahoga completamente y el dolor te hace cerrarte entero, ponerte colorado, asfixiarte, son 5 o 6 segundos de completa oscuridad, total parálisis, doblado sobre tus rodillas, indefenso ahí, recibís el tercer y ultimo golpe, con toda la fuerza y de derecha, hago un círculo con el brazo, y pego de arriba hacia abajo en la mandíbula, justo debajo de la oreja. Listo, muñeco al piso, no importa el tamaño del muñeco o en todo caso, como siempre dicen en el barrio, cuanto más grande más fácil cae. Pum, es lindo verte caer, como en cámara lenta, las rodillas ceden, el cuerpo se va para un lado, sin reflejos la cabeza golpea contra el suelo, los brazos muertos al lado del cuerpo ¿Dónde vas? ¿Dónde quedó ahora toda tu bravuconeada inútil, tus insultos vulgares, tu bruta estupidez? Duerme en el asfalto.

Pero ella viene y me dice que no, cualquier no, a cualquier cosa, no importa, un no, del tipo que sea, y eso basta para voltearme, ahí no importa como equilibrar el cuerpo, todo se derrumba, la cabeza se incendia, los pensamientos enloquecen en una búsqueda irracional de razones, de nada sirve el barrio, se queda mudo y otoñese, es en vano golpear, manotazos ahogados contra uno mismo. Herido, hasta el león se hace frágil y sus pasos borrachos equivocan las distancias, caigo…y ésta es la única caída de la cual nunca aprendo.

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Música: Murs & 9th Wonder – Murs Day.

martes, febrero 5

y bueno

¿Te acordás cuando la cerveza salía un peso y la pizza cuatro?

Bueno.

¿Te acordás cuando ibas caminando por la calle y te encontrabas con alguien de frente y los dos encaraban para el mismo lado, y entonces vos ibas para el otro lado y el otro también, y así de nuevo y otra vez, y entonces sonreían?

Bueno.

¿Te acordás cuando la plaza de la Intendencia tenía una fuente en vez de un triángulo negro de vidrio ridículo? y además tenía un ombú gigante, dios le corte las manos a quien lo haya mandado a talar y ahí me sentaba a esperar a la L y ella aparecía aunque no hubiésemos marcado antes. No había celulares y los mensajes de texto se escribían con birome en papel y se metían por debajo de la puerta, decían cosas como: “Pasé, no estás, que pena” o “Hey, te esperé una hora ¿Dónde andás?” ó “Pasaba por acá, vi luz… adentro mío, y se que se enciende cuando te pienso, entonces mis pies solos caminan hasta tu casa, los tuyos se ve que caminan hacia otro lado y por eso… te dejo un beso”.

Yo me acuerdo, al Caraffa todavía no le habían cortado las escaleras, y esperarte ahí calmaba la tardanza, no estaban las torres del negociado de Angeloz y se podía ver el atardecer en las sierras. Y cuando florecían los dos palos borrachos del frente se te alegraban los ojos, aunque después miraran el piso, los pasos hasta el desahuciado momento de no esperarte más, ya no viene.

Y bueno.

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Música: Dead Prez Vs. David Banner – Bigger Than Hip Hop (Dj Eleven Remix)