miércoles, septiembre 17

No se puede


Cuando uno escribe (salvo que escriba manuales de lavarropas, prospectos de remedios o apuntes de primer año de odontología) desnuda su alma. Por eso la necesidad y al mismo tiempo la fragilidad ante la crítica. Esa extraña mezcla de ansiedad entusiasta y expectante terror con la que observamos la cara final del amigo que acaba de leer nuestro último texto. Esos segundos fatales de silencio hasta escuchar el irrelevante pero aliviador: -. ¡Está bueno che! .-
Porque convengamos, a los escritores consagrados, que normalmente son consagrados por sus ventas, las criticas, aún las más acidas y negativas, les son favorables. A los escritores que comenzamos o al menos continuamos, pero que aún no hemos publicado y nos mantenemos en ese anonimato del "quien sabe algún día me publiquen", no nos ayuda para nada esa deleznable obscenidad de las editoriales de publicarte lo que sea, siempre y cuando lo pagues vos, de tu bolsillo. Pero mirá que te damos como 300 libros, y vendelos si sos bueno.
Es cierto que aquella figura soberbia y altanera del viejo editor, sentado en su escritorio de roble macizo, que te miraba de reojo mientras se tocaba el bigote, ese al que uno podía llevarle su novela, su serie de cuentos, sus poemas más desgarradores, y que con frialdad cavernosa te indicaba una pila para que abandones tu preciado tesoro, mientras sonaban las ya clásicas palabras "te vamos a llamar", era también bastante repudiable. Pero al menos te daba esa oportunidad con que la esperanza trabaja sobre nuestra premura de lograr la tan ansiada aceptación de "los que saben". Y así, abrirte las puertas a uno de los oficios más viejos y *4prestigiosos en la historia de la humanidad: -. Hola flaca, yo soy escritor ¿Querés tomar algo? .-
Pero no, las insensibles estrategias de mercado meten sus inmundas y ganchudas narices también en la literatura. Convirtiendo en negocio todo lo que tocan y por lo tanto, banalizando aún más una embrutecida cultura, cada vez más alejada de las masas, cada vez más cerrada y onanista.
Y si encima somos de aquellos eternos escépticos, teóricos de las conspiraciones, que vemos chanchullo, tongo, arreglo, en cada uno de los concursos literarios habidos y por haber ¿Qué nos queda?
Pues nos queda buscar vías alternativas de divulgar nuestras almas, representadas más o menos fielmente por nuestras obras, escritas, dibujadas, cantadas o filmadas. Buscar alternativas o crearlas, y si ya hay alguna existente, como esta revista por ejemplo, apoyarla con toda la fuerza de aquellos que jamás nos rendiremos ante las injustas reglas del "no se puede".

www.revistadiccionario.com

www.diccionariorevista.wordpress.com


Música: Beck - Gamma Ray.

lunes, septiembre 15

sábado, septiembre 13

Los Especiales



Y todo lo que había dibujado con sus ojos esquivos sobre mi cuerpo urgente, todos esos diagramas delicados y atentos, los borra de un solo manotazo brutal y desmedido, café derramado en las palabras sin copia, papel memoria las manchas del olvido.


Y todo lo que había construido con sus manitos sinceras y desesperadas, maqueta de la paz que tendrás cuando seas tu propia casa, se queman ahora en el incendio de no saber amar sin matar lo que se ama.


Y todos esos pasos hacia adentro que aprendimos a dar, con calma y sin destino, sin camino, sin manual y sin maestro, así como se camina para adentro, se borran ahora con el viento del descuido. Querer llegar de un solo salto, tropezando en los pasos evitados, nada cansa más que empezar de nuevo.


Con los días y noches que cuesta acercarle un poco de fuego al frío, soplar el humo interior, fantasma deshilachado de saberse vivo. Para que de un sacudón vuelva a taparse todo de blanca nada, desierto helado donde solo crece la distancia.


Con todo lo insoportable que se torna el ser mental cuando la levedad del desamor, ese atroz desamparo de si mismo, lo encuentra tendido sobre la falta de sentido y voluntad de rendirse antes de tiempo.


Con la falta de lluvia en los ojos, los abrazos que ya no se dan los osos, el tiempo que no muere más de viejo, ya no somos pendejos. Como perro mojado el mundo un día se sacude de nosotros, y nos vamos a caer como los otros, porque no somos especiales si no somos especiales, no nos salvamos si no nos salvamos.

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Música: Beck - Volcano.