Ni Jesús nació el 25 de Diciembre ni estamos en el año 2008. Ni termina un año y empieza otro, ya que medir el tiempo o cualquier otra cosa relativa carece de sentido, pues los resultados serían distintos cada vez. Entonces ¿Qué estamos festejando?
Todavía ningún naturalista ha conseguido dar una explicación concluyente de porque cantan los pájaros al amanecer, yo me quedo con la de Galeano: “Los pájaros no cantan al amanecer, cantan para que amanezca.”
De todos modos, el día y la noche tienen principios y finales más definidos y evidentes que los años. Parecería tener mucho más sentido festejar por cada nuevo día de vida, como lo hacen los pájaros si es que están haciendo eso cuando cantan, que festejar por un incierto e indefinido nuevo año.
Cuando me replanteo estas cosas, y lo hago desde que tengo conciencia, molesto. La gente me llama “secante”, que es como molestar hasta la deshidratación, supongo. Pero no es nuevo, los cuestionamientos y las preguntas fueron condenadas desde siempre por aquellos que se señalan a si mismos como los dueños de la verdad absoluta. A los preguntones, los cuestionadores, se los ha perseguido y masacrado durante toda la historia. Aún hoy uno puede morir por preguntar cosas, si su pregunta es lo suficientemente peligrosa.
Mis preguntas no son peligrosas, y son las mismas que se hacen muchos:
¿Por qué decidieron las sabias naciones occidentales y triunfadoras de la Segunda Guerra Mundial inventar un país adentro de otro país y allí mandar a todos los judíos que ninguno de los países salvadores de los judíos quería y de esta manera generar la guerra más larga, injusta y desigual de la historia de los últimos siglos?
¿Por qué si Estados Unidos invadió un país en base a mentiras comprobadas y mantuvo su dominio por 6 años, generando innumera cantidad de muertes y violaciones a los derechos humanos, ninguno de los sabios y evolucionadísimos países del primer mundo condenó con firmeza este hecho de bárbaro imperialismo?
¿Por qué la gente no para de tener hijos en un mundo superpoblado que poco a poco se devora todos los recursos evidenciando que no habrá lugar ni alimentos para todos?
¿Por qué destruimos el planeta en que vivimos, y los que no lo destruimos no hacemos nada para evitarlo?
¿Qué lleva a un ser humano, casi calcado genéticamente, a ser Mozart o Hitler?
¿Para qué cuernos nacimos, para que vivimos, tenemos una meta, un objetivo, o vivimos para nada? ¿Por qué carajo todos hacemos lo mismo, vivimos de la misma manera? ¿La vida es esto, ser niño, jugar (con suerte), estudiar (con suerte), ser adolescente, tener problemas (si hay tiempo), laburar, pagar el alquiler, comprar una casa, tener hijos, envejecer, mirar tele, morirse y que te paguen la parcelita donde te enterraron durante muchos más años de los que le lleva a tu cuerpo ser parte de esa tierra?
En el medio de todo este sinsentido aparece algo que llaman amor. Una fuerza revolucionaria que les devuelve el sentido a las cosas o hace que importe poco si lo tienen o no. Una energía interior que genera que pelees con más ímpetu por lo que creés y crees, y generes, y busques, y preguntes y te sientas enormemente grato de estar vivo.
Y entonces, cuando uno tiene la suerte de que le nazca ese sentimiento:
¿Por qué no lucha y deja todo por su supervivencia?
¿Por qué lo abandona y se abandona a una vida insípida y vacía?
¿Por qué matamos lo que amamos?
¿Qué clase de naturaleza posee el hombre que atenta contra si mismo?
Música: Led Zeppelin – Zeitgeist (Dj Pau Candi remix)