domingo, febrero 15

San Valentino

Valentino Cosicuratta nace en la ciudad de Terni, Italia, cuando Terni se llamaba Interamna y era una aldea de origen umbro. Los italianos, estancados en esa mezcla de heredada corrupción y soberbia romana, agigantaban el poder de una iglesia católica que aseguraba tu lugar en el paraíso, por una buena suma de dinero, no importaba que hubieras hecho en la tierra. La pequeña Villa no era la excepción, los casos de adulterio se multiplicaban de manera alarmante. Valentino, víctima de uno de ellos, decide entregarle su vida a dios, aunque éste se la devuelve una y otra vez, con inagotable dolor. Su tristeza va templando un espíritu de benevolencia y desinteresada generosidad. El sacerdote, incansable, atiende a sus fieles, los escucha, confiesa, consuela, perdona. Gana adeptos rápidamente, su fama recorre las cercanías, todos piden confesarse con el joven padre de mirada blanda y manos tibias. Después de estar a su lado una extraña sensación de bienestar y plenitud invade los corazones torturados por la culpa y la vergüenza. Pasan los años y con ellos el reconocimiento a su labor, sin embargo nada cambia el nombramiento de Obispo en la manera de entregarse a los demás de Valentino, la iglesia es mayor, las ropas más caras y vistosas, pero él continúa paciente y rendido, posando sus manos sobre las frentes afligidas, cerrando los ojos sobre la confianza de los desesperados, diciendo en voz baja las palabras del perdón, en el idioma de Dios.

Finalmente se conmueve el Creador y decide aceptar el alma de este humilde servidor. Manda a Simona, la bella mujer infiel que traicionó a Valentino en la juventud, entrar a la iglesia la fría mañana del 14 de febrero. Al verla, el obispo de Terni se saca la mitra, se deja caer lentamente tomado del ambon, queda sentado en el escalón del altar. El aire se niega a entrar en su cuerpo, su corazón espera antes de latir, espera… espera.


Chris Cornell - Arms around your love