miércoles, julio 23

La Mujer del Alma Pegada al Cuerpo

Capitulo II

“Aristóteles definió al ser humano como un ser racional. Pero no lo es, y qué bien que no lo sea. …el ser humano es irracional, y es a través de su irracionalidad que existe todo lo bello en el mundo. Por la razón, las matemáticas; por la no-razón, la poesía. Por la razón, la ciencia; el mercado, el dinero; por la no-razón, el amor, el canto, la danza.”
Osho.


La Teoría de las Dos Emilses



Emilse se llama, pero como a ella no le gusta su nombre y a mi no me gusta llamarla como los otros la llaman, le digo Ema a Emilse. Ema nombraba yo a la parte de ella que me gustaba y que hubiese querido que … porque ella tiene como dos partes muy diferenciadas, ella es de alguna manera dos: Una Emilse Racional y otra Irracional.

La Emilse Racional todo lo razona, es toda mente, pragmática, escéptica, lógica, matemática. Es por lo tanto fría, porque debe enfriarse para que las cosas que le suceden no la afecten. Es distante, porque debe estar lejos de las cosas que le suceden para que no la alteren. Es inalterable. Cuando me ve, seria, casi enojada me pregunta de que me estoy riendo.
-. No me estoy riendo, estoy sonriendo, sonrío porque te quiero y me alegra verte .-
Habíamos quedado en ir al cine porque ella quería ver Batman, y aunque yo preferiría ver Angela, de Luc Besson o la última de Gus Van Sant, acepté, porque ir al cine con la chica que uno ama tiene su encanto, es una salida con todas las letras, es una fiesta. Pero no lo parecía para Emilse, la racional, estaba enojada, con cara de hastío, y me pregunta a cual cine vamos:
-. …porque yo no quiero caminar, y vos siempre me hacés caminar.-
A mi me gusta caminar, en invierno el frío me da en la cara, me sale vaporcito de la boca cuando suspiro, me siento vivo. Con ella también es lindo, guarda sus manitos frías en mis bolsillos, apoya su cabeza en mi hombro. Pero a ella no le gusta caminar, entonces yo le digo que vamos al Patio Olmos, que aunque los cines ahí parecen locales de Mc Donalds, están a tan solo tres cuadras. Si pero después tu casa no está a tres cuadras, dice ella, que hubiese querido tener un novio con auto, aunque no tuviese alma. Entonces yo le digo que tomamos un taxi, que para eso están los taxis, que para eso yo tengo tres trabajos, para tener plata y poder tomar un taxi, para que ella no camine y entonces por fin esté contenta. Porque ir al cine con la chica que uno ama debe ser una alegría y si la chica que uno ama también lo ama a uno, debería estar contenta de verlo, sonreír y no preguntar amargamente: -. ¿Y a que hora hay función? .- Hay función a la hora que vos quieras mi amor y sino yo me pongo una capa negra y hago de Batman y si el que te gusta es el Guasón, me pinto la cara y hago de Guasón, pero por favor no me mires así, pienso yo, pero esforzándome por ser amable le digo que no sé, que creo que hay una a las siete y media, que vamos y vemos y en todo caso esperamos tomando un café. Pero ella endurece más aún su cara de disgusto y me recrimina:
-. Podrías haberte fijado en Internet, no? .-
-. Pero bebé, estuve trabajando hasta recién .-
-. Yo también .-
-. Bueno, pero no hay problema, vamos a la esquina y vemos el horario en un diario .-
-. ¿¡Vamos a comprar un diario solo para ver a que hora dan la película!?¡Ves que sos ridículo! .-
-. No, no bebé, vamos al bar y nos fijamos… .-
-. ¿¡Vamos a tomar algo solo para ver en el diario del bar a que hora dan la película!? .-
Entro al bar, me acerco al mozo y le pregunto amablemente si puedo ver algo en el diario, me dice que sí. Me acerco al diario y me fijo. Ella viene y me pregunta si estaba viendo el horóscopo. Le digo que no, que estaba viendo el horario del cine.
-. A las siete y cuarto bebé, ¿Ves que era simple? Son las seis y media, tomamos un café hasta las siete y… .-
-. ¡No son las seis y media! .-
Me fijo la hora, son las seis y cuarenta, me corrijo.
-. Bueno, son las seis y cuarenta, mejor, hay que esperar menos, tomamos un café y vamos al cine .-
Sonrío, la tomo de un brazo, está dura, no se mueve. La miro, tiene un aspecto extraño, como de las personas que no tienen entusiasmo o están cansadas de vivir. Le pregunto que le pasa, dice que detesta que le pregunte que le pasa. Nos quedamos parados frente a una herboristería. Le pregunto entonces que quiere hacer, dice que nada. Me quedo perplejo. Pienso, basta, basta Pau, no? ¿Hasta cuando vas a aguantar esto? Pero la amo entonces insisto, le doy alternativas de ir a casa, en taxi claro, de acompañarla a su casa, no contesta. Me rindo, le digo que me rindo, me cansé, basta, le digo me cansé basta, le explico, no dice nada. Me cuesta enormemente pero le doy un beso en la mejilla y me voy… voy solo al cine, hay mucha gente en la fila y a mi no me gusta la mucha gente. Me gusta ella y me duele dejarla… me voy a casa, yo la amo porque ella muy pocas veces no es así, algunas veces es otra, es la Emilse Irracional.

La Emilse Irracional se acerca y siento que un animal desesperado y salvaje se acerca. Al principio me atemorizaba pero pronto sus besos mágicos me hacen levantar unos centímetros los pies del suelo y todas las cosas que me rodean van desapareciendo, inclusive las que rodean a la mente, y luego la mente misma. Los besos de la Emilse Irracional son irracionales, no da besos pensando que esos besos son el principio de otra cosa, no da besos creyendo que esos besos pueden tener final, no da besos pensando ni creyendo. No da besos, los besos la dan a ella, ella se da a través de su beso.
Además sus manos suelen subir por mi cuerpo como monitos a un árbol, y sus dedos acarician mi cuello, mi pelo, mi nunca, como las víboras acarician la tierra tibia, buscando el sol que a su vez las acaricie. Y además sus ojos se cierran y se cierra el mundo, se cierran los quehaceres, los mañana, la conciencia. Y cuando se abren, se abre otro mundo, justo aquel mundo hecho únicamente de la sensación inmensa e imperturbable del beso eterno, mágico, sagrado. Por como sus ojos me miran y sus besos me besan y me entrega su cuerpo la amo, pero ésta Emilse que amo es solo una ínfima parte de la Emilse total. La que gobierna la mayoría de sus días es la otra Emilse, la que me llama por teléfono y se queda callada, y luego dice: -. Ya vamos a hablar, cuando alguna vez me canse de guardarme lo que siento .- y luego vuelve a quedarse callada.

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Música: Devendra Banhart – In Niel.


3 comentarios:

Na dijo...

Terrible!! MUy buena tu teoria de Emilse racional e irracional, vivo cotidianamente con Nadia racional y Nadia irracional

saludos

Pau Candi dijo...

y esa Nadia racional e irracional sos vos misma?

Pau Candi dijo...

y esa Nadia racional e irracional sos vos misma?