miércoles, agosto 5

La Muerte, ese final

Y un día, desavisado, me topo con la muerte del ser más vivito y coleando que había a mi alrededor. Aquel gatito que rescaté del hambre y el frío y que con su mirada dulce y sus saltitos alegres me arrancaba sonrisas en medio del pensamiento siempre en guerra entre lo que quiero hacer y lo que tengo que hacer. Ese animalito que me despertaba a la mañana, se dormía en mis brazos, me esperaba a la noche, ese que salvé de la muerte, muere. Su cuerpo aparece ya sin él, todo blando y abandonado y me deja un agujero más grande que el ozono. No sé que le pasó, quien lo mató, cómo, por qué, no creo que tenga mayor importancia, no entiendo la muerte.


No entiendo la muerte.


Buscando una respuesta abrí el libro de Barthes que me regaló Eva en una página cualquiera. Decía justamente: Sin Respuesta. “La Muerte es sobre todo esto: Todo lo que ha sido visto, habrá sido visto para nada. Duelo de lo que hemos percibido.”


El final de una vida, de un amor, hace tambalear la razón de su comienzo.


4 comentarios:

S dijo...

Es un bello gatito...

Y este dolor tuyo es una semilla,
porque la muerte siempre trae vida. Esa es mi manera de comprenderla: la de un ciclo recursivo de Vida.Muerte.Vida. La manzana muerta que alimenta a las hormigas, a los gusanos, que regalan su caca nutritiva. Que alimenta las plantas. Que dan sombra y oxígeno.


Como dice Girondo, "gracias a lo que nace, a lo que muere..."

Abrazo con cariño

Mar Benegas dijo...

Recién comentaba en una sobremesa, lo poco que sabemos vivir, por que no sabemos morir. Vivimos la vida como si nunca fuese a terminar, luchando cada día para olvidar el final, apegados a nuestra carne y a todo lo material, pero ¿para qué trabajar tanto? ¿para que enfadarnos? ¿para qué un coche, una casa... tantas cosas, tantas emociones? si al fin todos nos llevaremos tan sólo nuestra experiencia o tal vez ni eso...

saludos, precioso el gatito, normal que lo eches de menos (yo tengo un montón de gatos si estuvieras cerca te regalaba uno)

Anónimo dijo...

Quiero agradecerte y a la vez pedirte disculpas, por que eh robado de ti y nunca te di un reconocimiento. Solo me queda prometer no hacerlo mas, y de ahora intentar seguir mi propia senda, siemrpe recordando tu hermosa manera de expresar las cosas.

Donde sea q este, gracias.

Y mi pesame por tu gato.

Pau Candi dijo...

¿Y quién sos?