miércoles, diciembre 10

Soy


Ya soy la lluvia derramada, la copa rota, la madera de vino, los invisibles sobre la mesa de luz. Ya soy esta lluvia que vuelve arrepentida, esta falta total de sorpresas, esta continuidad de esperas que se anulan entre sí. Día calvo, gente parada que mira, volcán sin erupción, esperanza desganada. Ya soy la poesía que falta, la falta de poesía, el lento talento que teme al fracaso y el desamparo de transpirar la muerte de no ser. Ya soy lo que no somos y soy lo que éramos pero por sobre todas las cosas soy lo que iba a ser de cualquier modo.
Sus largas y suaves piernas, sus besos oceánicos, sus ojos profundos de dolor y todos sus vestidos desde las vidrieras soy. Pero deberán caer de mi memoria, estas cosas, como hojas en Otoño, y nacer nuevas cosas para poblar las ramas de mi recuerdo. Dibujos en las manos, miradas transparentes, verdad natural, sonrisa contagiosa, flores para el futuro. Ya soy lo que va a venir, lo era, siempre fuí lo que va a venir, y la extraño tanto…


Jorge Ben/Marisa Monte - Balança Pema

2 comentarios:

Silvana Vignale dijo...

o "llegar a ser el que se es" según Nietzsche, siempre expresar nuestra propia intensidad, nuestro desvelo por la vida. Nacer cosas nuevas y nacer otra vez, cada vez, para ser nuevamente quien se es, el que nos tocó ser, y el que llegamos a ser. Feliz novedad, pau.

Anónimo dijo...

La gran sabiduría es llegar a darse cuenta -a tiempo o a destiempo- y a animarse, a dejar morir lo que tiene que morir, para que lo que tiene que nacer, vivir y crecer, nazca, crezca y viva.
Ciclos.
Si te fijás, es bien poco lo que permanece sin cambiar.
Si te fijás, nada cambia sin que algo muera.
Morir y dejar morir es la sombra que arroja un Ser Humano, si está vivo.

El enmascarado no se rinde, se transforma!!!

Vero