martes, marzo 17

Mujeres Muertas

A Romina M.


Ante una sociedad enferma de violencia y desamor, insistir con la igualdad entre el hombre y la mujer es absurdo. Hombres y mujeres no solo no son iguales, son innegable y evidentemente diferentes. Toda tentativa por igualarlos, aún desde el pantanoso terreno de los derechos y obligaciones sociales fue, es y será, absoluta hipocresía.

La mujer no es débil intelectualmente, pero siempre lo fue y lo será físicamente.
Un hombre medio que nunca hizo ejercicio ni trabajo físico, tiene naturalmente tres veces más fuerza que una mujer que dobla su altura y peso. Por lo tanto una mujer está incontestablemente en inferioridad de fuerzas ante cualquier hombre. Si la mujer pretende igualar la fuerza física de un hombre, o se atrofia en un gimnasio o practica artes marciales, y aún así seguiría en desigualdad ante un hombre que llevase a cabo el mismo proceso. Por lo tanto, socialmente, tanto mujeres como hombres debemos aceptar esta diferencia y actuar en consecuencia.
Si tomamos real conciencia de que la mujer es frágil y está en inferioridad de condiciones ante la fuerza física del hombre, entonces no nos debería llevar demasiado tiempo darnos cuenta que los hombres debemos proteger a las mujeres. Padres a sus hijas, hermanos a sus hermanas, amigos a sus amigas y obviamente, maridos, novios o parejas a sus esposas, novias o compañeras. Una mujer violada es una mujer que un hombre no supo cuidar, ya sea el padre, el hermano, el primo o el vecino. Debemos hacernos cargo los hombres del cuidado de las mujeres, sean de nuestra familia o no.
Estamos cansados de ver en los noticieros la siguiente noticia: Hombre mata a su mujer y se suicida (o no). Cuando se profundiza la noticia está siempre existente el camino repetido hasta ese crimen, cargado de violencia, de inútiles denuncias policiales, de amenazas que anuncian el trágico final. ¿Por qué nunca escuchamos noticias del tipo: hombre es hospitalizado tras feroz golpiza, se presume que los familiares de su compañera serían los autores de la paliza, aparentemente por reiterados actos de violencia del agredido hacia su mujer?
¿Quién demonios inventó que la familia es un núcleo cerrado dónde nadie, salvo los miembros de esa familia, puede tener acceso?
Si existe un padre o esposo golpeador, los parientes o vecinos, no solo tienen la obligación moral de llamar a las autoridades y denunciar el hecho, tienen el deber civil de intervenir y detener esa violencia inmediatamente.
Una mujer que es golpeada por su pareja más de una vez, está aceptando, ella y todo su entorno familiar, que la violencia de su compañero es natural. La agresividad del hombre es natural, nunca la violencia, y mucho menos contra sus seres queridos.
Los hombres debemos proteger a todas las mujeres que podamos, y las mujeres deben dejarse proteger, deben dejar del lado el falso orgullo del “Yo me cuido sola”, aceptar su fortaleza y su debilidad. Los hombres somos débiles moralmente, las mujeres físicamente. Los hombres morales debemos cuidar a las mujeres del peligro que representan los hombres inmorales. Las mujeres deben aceptar esa protección y además, de ser necesario, solicitarla, incluso exigirla.

Solo así detendremos la violencia familiar. Solo así dejaremos de tomar como normal que en una sociedad, creada supuestamente con el fin de que sus miembros vivan más cómodos y seguros, sigan cayendo mujeres víctimas de la inmoralidad de los hombres y la total desprotección policial, judicial y política de esa sociedad donde teóricamente vivirían mejor.

No hay que creer en la justicia, hay que llevarla a cabo.



Pablo Candi
Martes, 17 de Marzo de 2009.





1° de enero. José Alberto Pérez (40) asesinó a puñaladas a su mujer, Nora Díaz (34), en barrio Centro América.

11 de enero. El médico Roberto Martínez apuñaló a su esposa Silvia Costamagna, en Alta Gracia.

25 de febrero. En San Francisco del Chañar, Víctor Herrera (33) se suicidó después de matar a su pareja María Bustamante (23).

6 de marzo. En la villa El Tropezón, Darío Gabriel Furlán (26) ultimó a su novia Marisa Romina Macaluso Murúa (20) y se suicidó.

8 de marzo. Gerónimo Ludueña (34) mató a Claudia Pereyra (30) de dos puñaladas en el abdomen y luego se suicidó.

14 de marzo. En el marco de una pelea conyugal, Aldana Ramírez mata de una puñalada a su hijo Davie, de 10 años.

16 de marzo. Mirta Alejandra Arias es muerta a golpes, supuestamente por su ex pareja en un descampado de barrio Sachi. Continúa la búsqueda de su hija de 5 años.

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