jueves, abril 12

Manhá de carnaval


A Ana B



Me siento como en una manhá de carnaval… la ciudad sucia y con olor a sexo, alcohol y alegría vieja, aquella fiesta que nunca entendí, donde se festeja la vida como si terminara allí. Después sigue la vida pero sigue mal, normal, aburrida, como antes. Viene esa mañana, el sol, el dolor de cabeza, el después teñido de preguntas.
Bailar hasta quebrar el cuerpo, poseer y ser poseído, entregarse a la promiscuidad absoluta en una enorme orgía ciega porque lo único que tenemos es el placer que podemos darnos, y solo tenemos hoy. Somos los animales a los que nos parecemos y desterramos de nosotros lo que nos diferencia de ellos, la conciencia. No hay pobreza ni dolor, no hay injusticia ni rencor, no hay hombre ni valor, no hay mujer ni amor. Hay ritual y sabor, hay cuerpos sin razón, hay belleza sin fealdad, hay olvido para que haya alegría, hay alegría falsa, hay engaño y querer creer, y hay música. No está dios, es del diablo esa noche, es del diablo la alegría. De dios son las consecuencias, y todos los demás días…y esta mañana de brisa suave, y este sol que comienza a calentar, y toda esta basura. La alegría es sucia y en su falsedad se pudre de calor. A las moscas les gusta, a mí no. Prefiero mi tristeza pura y limpia como la nieve, eterna y profunda como el invierno que todavía enfría en algunos lugares, y obliga a abrazarse el alma.


Música: Tom Jobin - Manhá de carnaval.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...la alegría es solo brasileira!