jueves, abril 12

Olor a café



Me gusta el olor al café de los bares. No me gusta el café de los bares, ni los bares. Me gusta el olor del café de los bares.

Esta relación de las cosas se extiende a casi todas las cosas. El problema es cuando se extiende a las personas, a casi todas las personas.

De todas maneras la verdadera complicación es encontrar una persona de la cual me guste su bar, sus mesas, su baño, sus luces, su atención al público y hasta su público; su café, su olor, su azúcar, su soda, su galletita…

Sobre gustos está todo escrito, o todo lo escrito es sobre gustos. La condición incompleta de las cosas genera que nada ni nadie te guste totalmente, eso produce independencia, criterio, libertad, todas proporcionales a la soledad, que es buena pero… como hacer abdominales lo es. Bueno y molesto.

-. ¿Qué le traigo? .-

-. Un café con leche .-

-. ¿Grande? .-

-. Sí, grande .-

-. ¿Solo? .-

-. Sí, solo… .-

Es que no me gustan las medialunas de bar, me gusta el olor a las medialunas de panadería. Las medialunas saladas con jamón y queso calentitas me gustan… la Granadina Cussenier.




Música: Raul Midon – State of Mind (Live)

1 comentario:

Verónica Gámez dijo...

Parece que en el idioma inglés hay dos términos diferentes para referirse a la soledad: uno es "loneliness" que se refiere al estar solo de otras personas, al carecer de la compañí­a o del afecto de alguien -en particular o en general.
El otro término es "solitude" que se refiere no al estar solo sino al "ser" solo. Se refiere a un atributo del ser, al estado natural del ser humano en su dimensión espiritual... No se vive como una coyuntura ni se busca remediar... Es el estado genuinamente humano en el que se da la magia de la creación artí­stica, por ejemplo. No se la lamenta, más bien se la enarbola y hasta se la cultiva.
Yo creo que cuando uno cae en la cuenta de su solitude, la loneliness con su despiadada cuota de me-gusta-no-me-gusta
me-quiere-no-me-quiere
sufro-gozo-sufro
si-me-das-te-doy-y-si-no-morite, pierde totalmente el filo.
Y también creo (pero hace poquito que lo creo) que un encuentro verdaderamente humano es posible solo desde una solitude a otra solitude... Cuando un ser más o menos consciente de su unicidad y completud se encuentra con otro ser más o menos consciente de su unicidad y completud; ninguno pide ni demanda porque ninguno carece. Cada uno brinda y los dos crecen en un encuentro que es creativo, bienhechor, sanador.
Desde las loneliness, en cambio, no hay más que seres carenciados pidiendo, mendigando, necesitándose... buscando completarse, justificarse, refugiarse los unos en los otros, y sufriendo horriblemente cuando esto no les es posible... una total porquerí­a, digo yo, pero es desde hace bastante poquito que lo digo.