martes, mayo 22

¿Soy extraño?



Sí, sos extraño. Pero no extraño de original o diferente, sos extraño, como raro, mal. Eso dijo, o dio a entender. Extraño yo.
No es extraño que dos personas hablen sin parar toda clase de estupideces durante dos horas y treinta y ocho minutos, no, extraño es que yo me ponga a dibujar esperando que el diluvio verborrágico termine, eso sí que es extraño.
No es extraño dejar secar una hierba y envolverla en papel, prenderle fuego y aspirarse el humo. Rellenarse de humo no es extraño, oler a incendio, envenenarse. Extraño soy yo.
Yo que espero todos los días el colectivo durante cuarenta minutos, yo que digo: Buen día, buenas tardes y hasta luego... ¡Hasta Luego! y sí, hasta eso... yo soy extraño.
No es extraño que nos digan que el hombre es un ser sociable, que no puede vivir si no es en sociedad, y que en esa sociedad, cada cual busque la salvación individual. No es extraño que haya guerras, que la gente se mate o no pare de tener hijos y los traiga a este mundo superpoblado para que se amontonen y corten los pocos árboles que quedan para plantar comida. Eso es normal comparado conmigo, yo sí que soy extraño, no que las personas estudien algo que nos les gusta para trabajar de lo que no quieren y se casen con quien no aman para no vivir, solo ir permaneciendo. La frustración es normal, extraño soy yo.
Yo que ya no bailo ni canto por la calle, que dejo subir a las mujeres primero, doy el asiento a los mayores, acompaño a mis amigos a su casa y llamo a mi madre por lo menos una vez por semana, yo soy extraño.
No es extraño que nos duela la soledad cuando es nuestra principal aliada, ni es extraño que las personas lleguen a la mitad de su vida sin conocerse, sin saber lo que quieren, sin saber a dónde ir, sin mayores pretensiones que bienes materiales, sin conocer el verdadero amor y toda su inmensa fuerza revolucionaria, eso es normal, extraño soy yo.
Yo que he aprendido a plegar mis alas de tal forma que parezcan brazos, y que cuando me choco con alguien digo disculpe, yo que ya no me acerco a oler a las personas para saberlas y trato de suponerlas como todo el mundo, yo que ya no subo desnudo al techo para unirme al universo, y me resfrío cada tanto, y hasta veo televisión de vez en cuando. Yo soy extraño.
Yo que desde que tengo conciencia fui siempre el bicho raro, hice mi trabajo de igualarme al resto, intentando evitar la exclusión, la humillación, el desamparo. Yo que siempre traté de endurecerme sin perder la ternura, normalizarme sin perder la extrañeza, ser yo pero parecer cualquier otro.
Yo soy descubierto, soy extraño, es cierto, extraño como vivir en un mundo redondo lleno de agua que gira alrededor de una inmensa bola de fuego y dónde habitan miles de seres que se matan y se comen entre sí y hacen todos más o menos lo mismo desde que existen pero no saben por que existen, para que existen, ni a ciencia cierta cuando ni de dónde les vino la existencia.

Yo soy extraño y extrañamente, todos los días de mi vida extraño algo que no sé que es, y lo extraño mucho.






Música: Anthony Hamilton - Pass Me Over.

5 comentarios:

Alejandro dijo...

"...son normales unicamente en relación con una sociedad profundamente anormal. su perfecta adaptación a esa sociedad anormal es una medida de la enfermedad mental que padecen. Estos millones de personas anormalmente normales, que viven sin quejarse en una sociedad a la que, si fueran seres humanos cabales, no deberían estar adaptados, todavía acarician la ilusión de la individualidad, pero de hecho han quedado en gran medida desindividualizadas. Su conformidad está derivando hacia algo que se parece a la uniformidad..." (Aldous Huxley)

abracemos la anormalidad de ser

Pau Candi dijo...

si eso! aguante Aldous!

Pau Candi dijo...

si eso! aguante Aldous!

Verónica Gámez dijo...

Extraño es que te sorprenda el desencuentro con quienes pretenden editarte para que les cuadres, o con los que te ponen de extra en sus propias películas y te reclaman que actúes el personaje que les viene bien.
Les resultás extraño, molesto, incómodo, a los que intentan vivir una vida pavimentada, pasteurizada. Les estorbás... Sos como una especie de despertador que suena cuando quieren seguir durmiendo para seguir soñando sus vidas en vez de vivirlas... algo así como una piedrita en el zapato de los que se deslizan por la vida en piloto automático, y eso está bueno. :-D

CC dijo...

Mi viejo, del cual aprendí muchas de las "extrañeses" q mencionás en tu texto y de las cuales me jacto con boca de tarro, el otro día me comentó; la gente te mira con cara de bicho raro porque entrás a un negocio y saludás con un gran "Buen díiiia"... te retirás con una "Muchas gracias y hasta luego". La humanidad está empezando a acostumbrarse a la cosa contradictoria, a la mala educación y se ve a la cordialidad como una cosa de locos. Un asco.

Saludín. Muakate!