sábado, marzo 29

Yo la haría mejor (Critica de Cine)

Original Soundtrack

Los “Original Soundtrack”, la música seleccionada o hasta creada especialmente para determinada producción audiovisual, siempre tuvo una importancia fundamental. Hay buenas películas con mala música, y bandas sonoras que superan a la película o la salvan. Y obviamente hay malas películas con malas bandas sonoras, una coherencia que no merece análisis.

Hay ejemplos como “Heaven” de Tom Tykwer, cuya música es interpretada por el minimalista Arvo Pärt, o “Les Choristes” dónde la música es superior al propio filme o por lo menos lo rescata, minimiza los errores, resalta las virtudes.

Hay películas malísimas como “Judgment Night”, que sin embargo han tenido una banda sonora legendaria, que mezclo bandas consagradas del por entonces muy de moda “Grunge Rock” y el incipiente “Hip Hop”, creando en la mezcla un subgenero musical que prometía, el “Glam”.

Después están las grandes películas con grandes bandas sonoras, que consiguen un equilibrio soñado, como el viejo Ennio Morricone en “The Mission”, por ejemplo.

Otro ejemplo de esta armonía entre la propuesta visual y la música que la acompaña y sostiene es la reciente “The Assassination of Jesse James by The Coward Robert Ford”. Compuesta por Nick Cave y Warren Ellis, apoya cada uno de los momentos de una propuesta desafiante, contar una historia de la cual todos sabemos el final. Pero como el arte del cine no es tan solo contar una buena historia sino también de que manera contarla, y la música es un lenguaje sutil, universal, subliminal, que consigue profundidades inaccesibles a la palabra, se celebra la acertada y delicadísima elección de cómo decir lo que se dice.

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