miércoles, agosto 6

La Niña Pez… espada


La Niña Pez crece y toma una serie de decisiones precipitadas, después solo se deja llevar por la corriente.

A la hermosa Niña Pez, canción del agua entre las piedras, la asustan tanto sus adentros, profundos e insondables, la aterra tanto estar al borde de caer en el abismo de si misma, que se deja llevar hacia la superficie, se deja atrapar, proteger, enseñar.

Y quien aprende luego enseña, es un círculo que nos chupa a todos hacia el mismo embudo, agua mansa, agua potable, agua en botellitas de plástico.

Hecha mujer solo suma encierros y por eso siempre vuelve a la frescura de la niña que fue, recién sacadita del río.

Lo que nadaba dentro cuando niña, nada aún con más fuerza cuando deja de serlo. Ella se duerme cada noche poniendo sus manos sobre su vientre, solo así se aquieta su interior. Ése interior que, atrapado por el anzuelo de la existencia, solo sabe sacudirse como si le faltara el aire que le falta.

De todos modos la Niña Pez busca, entre tanta mansedumbre, un alivio que calme el salvaje movimiento de entrañas que no saben resignarse, y su refugio es el pensamiento, la eterna pregunta, la palabra.

El pescador, vestido de enamorado, le festeja el refugio, le acaricia las libertades permitidas pero acorta la correa, y no hay poesía en marcar territorio. Mear el árbol será siempre mear el árbol, ritual elemental del hombre que encierra el canto, compra la montaña, cerca la playa. Cuando la sutileza no nace silvestre suele hacer ruido y dejar huella.

Pero eso no alcanza para escamar a nadie, los seres de amor aprendemos a querer hasta la jaula que nos retiene. Y defendemos lo que queremos.

Por eso, la fría distancia indiferente que atraviesa de una sola estocada el corazón, certera, dolorosa, mortal, es para mí… es para mí, niña pez… tu espada.

3 comentarios:

Lauri dijo...

Un pequeño recorrido por una vida que no conoces... porque las casualidades no existen y las lágrimas que hay ahora en mis ojos tienen que ver con eso que pudiste transmitir a través de simples palabras... Y por un momento me he sentido una niña pez...

Coffee's for closers dijo...

Sí, todo el mundo odia que hable en inglés, pero es más fuerte que yo =P Y gracias por el elogio.
Me enterneció mucho tu texto, es precioso.
Un beso :)

CC dijo...

(puedo lloriskear un ratito sin q nadie se entere?)

no hay poesía en marcar territorio

fuaaa q frase... no puedo agregar mas nada a lo dicho Pau... me kedé así como cuando Tusán fascinaba a las gallinas jajaja

mmmmuaaakate!