miércoles, febrero 27

La vida sin mí

Eva tiene ojos cansados y risa sincera. Lucha cada noche con sus demonios y vence la mayoría de las veces o consigue treguas duraderas. Aprendió a quererse y la libertad nace de sus manos. Debe tomar coraje, no confundir generosidad con abandono de si misma. A veces se ahoga porque su corazón ocupa casi todo su cuerpo.

Verónica, como la mayoría de las mujeres hermosas, ha sido traicionada por su belleza. Está sola y perdida, pero su luz interior sigue brillando y las estrellas guían, son refugio, equilibrio y vida. Pronto se encontrará y no habrá noche cerca suyo.

A Elisa el miedo la sigue como una sombra, pero el amor es fuego y quema las babas del diablo. Se llena de cosas porque el silencio espanta, pero el vacío no se llena de quehaceres. No parece feliz aún feliz y sonríe con duda, dolor, y angustias invisibles. Terminará aceptando que es un ángel, sus alas cubrirán el sol.

Alessandra, entre la espada de su mente, estratega, pragmática, materialista, y la pared de su alma, joven, inocente, mágica. Como una moneda de dos caras que gira, gira y cae siempre del mismo lado, aunque se haga trampa. La niña que desaprende paso a paso, volverá a su esencia, esa parte que no planea ni desea, solo es.

Emilse todavía siente mis manos, mis labios y mis ojos sobre su cuerpo. Mis palabras aún secan sus lágrimas. Pero olvidará porque no ama, y del amor se nutre la memoria. Se perdonará y perdonará al mundo ser su hija, sabrá que pidió nacer y a los gritos, sonreirá mansa como la lluvia.


1 comentario:

Anónimo dijo...

"...Sorprender un paisaje o un ser tales como existen en nuetra ausencia: he allí el sueño imposible que todos hemos acariciado..."
Simone de Beauvoir.

La lectura de lo femenino que hacés... el paisaje de la mujer que describís... es siempre la descripción de algo incompleto, inacabado, necesitado...

La mujer de tus relatos es siempre algo que espera ser redimido, o espera ser completado, o aunque sea explicado, pero algo que necesariamente espera. Que no tiene otra cosa que pronunciar más que su carencia, su incompletud, trágicamente perdida en su soledad... (por qué no "encontrada" en su soledad? encontrada por sí misma, en sí misma?) La soledad de la que adolece la mujer de tus escritos es una soledad-equívoco o disfunción, algo que necesita y espera ser remediado. Como si la mujer, para ser plenamente mujer, no pudiera morar -y mucho menos por elección propia, consciente y voluntaria- en su propia soledad. Mujer condenada a ser la eterna Bella Durmiente... -y con más razón si resulta ser en verdad bella- que no cobra jamás vida por si misma sino solo cuando el príncipe la besa. La llave estará siempre en manos de un otro masculino, que la explique, la justifique, le dé existencia y completud????

Cualquiera que nos habla de un otro no hace más que una de las tantas lecturas posibles... Necesariamente hace un recorte y desde ese recorte, más que definir al otro se define a sí mismo.

Cualquiera que nos habla desde el fondo de su soledad... nos habla de su propio paisaje.



Vheroica