domingo, diciembre 10

“De Dónde Vengo”

“De Dónde Vengo”

Saber de dónde uno viene ayuda mucho a saber a dónde uno va, y sobretodo, para que va... Buscando mis orígenes he dado vuelta a la historia y he encontrado hombres como Simón Rodríguez, profesor del otro gran Simón, Bolívar. De él vengo.

I. Las Ideas de Simón Rodríguez (1826)

*...”Se ha de educar a todo el mundo sin distinción de razas ni colores. No nos alucinemos: sin educación popular no habrá verdadera sociedad.
Instruir no es educar. Enseñen y tendrán quien sepa; eduquen, y tendrán quien haga.
Mandar recitar de memoria lo que no se entiende es hacer papagayos.
No se mande, en ningún caso, hacer a un niño nada que no tenga su “porque” al pie. Acostumbrado el niño a ver siempre la razón respaldando las órdenes que recibe, la echa de menos cuando no la ve, y pregunta por ella diciendo: ¿Por qué?
Enseñen a los niños a ser preguntones, para que, pidiendo el porqué de lo que se le manda hacer, se acostumbren a obedecer a la razón, no a la autoridad como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos...
Al que no sabe, cualquiera lo engaña.
Al que no tiene, cualquiera lo compra.”


II. Pau Llama

Si bien yo soy blanco, parezco irlandés, tengo descendencia italiana y española, mi tatarabuelo era indio, mal llamado indio, indios son los de la India, mal llamado también aborigen, que significa sin origen, y mal llamado incluso indígena, que quiere decir indigente, mi tatarabuelo tenía doble hilera de dientes... y no solo por mi sangre corre la sangre de América, que no se llama América por Vespucio, siempre se llamó América, que viene de Amaru, que significa amar la tierra. Esa tierra tiene una energía, la de sus animales y plantas y cerros y cielos, esa energía nos alimenta cada día. De ella vengo.

*...”el único animal que el hombre no ha podido envilecer”.
“Las dulces llamas son más ágiles que las mulas y suben más alto. Resisten fríos, fatigas y cargas pesadas. A cambio de nada brindan al indio de las montañas transporte, leche, carne y las sedas limpias y brillantes que cubren sus cuerpos. Pero jamás se dejan atar ni maltratar ni aceptan órdenes. Cuando interrumpen su andar de reinas, el indio les suplica que reinicien la marcha. Si alguien las golpea, las insulta o amenaza, las llamas se echan al suelo alzando el largo cuello, vuelven los ojos, los más bellos ojos de la Creación, y suavemente mueren.”

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*Extractos de “Memoria del Fuego, Las Caras y Las Máscaras” de Eduardo Galeano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pablo: buen ejercicio el de rastrear un poco más tu identidad y lindas palabras las de tu antepasado. Desde mi lugar, me dieron ganas de escribir algo... "obedecer a la razón": aquella premisa iluminista, esa que estableció la identidad entre la razón y el orden por un lado y por el otro entre la "sinrazón" y el desorden. Eso fue lo que llevó a la exlusión de los "irracionales" en los neuropsiquiátricos para asegurar el control social y es ahí donde la autoridad que reina todavía es la de la razón. Somos algunos de los que trabajamos en ese lugar los que tenemos la ilusión de romper con estos muros físicos y mentales...

Anónimo dijo...

...sabía que las llamas me gustaban por algo especial...

Anónimo dijo...

ya que nadie sigue con este debate, lo hago yo: yo creo, Julia, que Simón quería decir eso precisamente... porque opone razón a autoridad y a la costumbre. Bueno, quizás era un moderno y no podía salirse del iluminismo... pero nosotros ahora podemos... yo tengo la misma ilusión, siempre le digo a mi amiga: a tu abuelo lo encerraron porque en ese momento no lo entendían, a tom york lo dejan cantar a pesar de declararse cabeza de radio... la mejor manera que yo encuentro de romper esos muros, es hacer caso omiso de ellos... y no dejar que me atrapen por eso.