martes, mayo 30

Intervalo III


tener razón

...tener razón no me reconforta, si tener razón significa que no hay sorpresa para mí, que el juego se corta, que tu texto tarda otra semana más, que pasa impiadosa sin tus palabras... y además, en cual de todas las cosas que te dije tendré razón? será en la de que si me voy me extrañás? me extrañas nenita? yo también te extraño, como se extraña el árbol del fondo de la casa donde uno fue niño, donde uno se subió de niño y vio el mundo desde lo alto y se sintió un poco pájaro, un poco árbol, casi todo cielo... te extraño como se extraña lo que podría haber sido, como se extraña lo que será... y tener razón no me reconforta. No, si tener razón significa no tenerte, de la única manera en que puedo tenerte, en tus palabras, y entonces te extraño, como uno extraña cuando llueve y saca las plantas afuera para que tomen lluvia, y siente su alegría, su agradecimiento, y el asfalto mojado, y el tocadiscos y su ruidito de pelusa en la púa, aquellos discos que los viejos escuchaban cuando no eran viejos y escuchaban, que ya habrían comprado usados en esos garages improvisados de Balcarce y Garay, que seguramente habría ido a vender alguien antes de viajar, desde el Tigre, en lanchón a Montevideo, que también se extraña cuando llueve, sobretodo la Rambla, el agua que cae en el agua, los álamos de la 18 de Julio, la plaza del palacio Estévez con sus perros que te miran a los ojos, te extraño, como se extraña los Lunes, y aunque no tuviese razón te extrañaría igual. Por que si a mí, un tren, una frase apurada escrita en una pared, un garabato en una servilleta, o una moneda de 1921 entre los adoquines, me salvan... imaginate tus palabras, aquellas que ya nacen para mí, y que pueden verte al nacer, y sentir tu respiración en la cara...

imaginate tus palabras para mí.

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Música: Bajofondo Tango Club - Juan Blas - Exodo II (quiero seguir de esta manera tash, tush, camino por la costanera, tash tush...)

1 comentario:

Verónica Gámez dijo...

...vos no te fuiste, no
si estás en todos lados...
La que se fue fui yo
me diluí en pena
me disolví en tu ausencia
como grano de sal
bajo la lluvia.

Tus palabras me recordaron el final de un poema que escribí hace tiempo. Y la imagen mucho más.