miércoles, agosto 22

Maramoto




La pequeña Mara conoce el mar, el veintinueve de algo de mil novecientos algo, no se acuerda bien. Sus padres la llevan a la playa y ella se detiene azorada al ver la inmensidad oceánica. El agua avanza y ella retrocede, el agua retrocede y ella avanza. Después, cuando se acostumbra, comienza a construir un castillo de arena, como todos los niños. Pero no como todos los niños se divierte. Su castillo tiene rey y reina, príncipes, bufones, una gran corte, sacerdotes, ejército y desigualdades. Mara sonríe viendo al pueblo organizar la revuelta y avanzar decidido contra su castillo recién construído. Ayuda con su dedito a derrumbar las torres donde los arqueros disparan contra la plebe desarmada y furiosa, destruye con su pie los murallones que separan a la pequeña casta lujuriosa de la muchedumbre hambrienta y enardecida. De repente sube la marea y el agua espumosa acaba con la diminuta revolución. La Niña Toro frunce el seño, clava con fuerza sus brazos en la arena mojada. Un temblor sacude levemente la playa, algunos pierden el equilibrio, algunos miran sin entender. Es tarde, oscurece, el cielo se llena de nubes marrones y gordas. Los padres de Mara la toman de las manos y sacudiéndole la arena la llevan a casa.
Al otro día desayunan los tres en el balcón del departamento. El padre lee sorprendido y en voz alta una noticia del diario:
-. Un maremoto arrasó ayer las costas de España y Francia, hay una cantidad no identificada de heridos y cuantiosos daños materiales .-

Mara intenta disimular, muerde una tostada y en estampida los pájaros levantan vuelo.





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Música: Rage Against The Machine - Calm Like a Bomb.


10 comentarios:

Anónimo dijo...

bello final.

Anónimo dijo...

me encanta el temperamento de mara, intempestivo, decidido. su estela y perfume de mujer salvaje, mujer de las entrañas, que va dejando a su paso. saludos cari

cecilia dijo...

Fah!¡Qué hermoso!
Me encantaron estos relatos de Mara.
Mara me hizo acordar a Amelie de chiquita, y lo de Niña Toro al libro Pigtopía, cuyo protagonista es el Niño cerdo. ¿Lo leíste? Es hermoso...
Y aunque me hayan hecho acordar a..., tiene personalidad propia.
besos

Pensamientos Marcianos dijo...

Bunas tardesss!! Nueva x aqui. Pase a devolver visita pero como me gusto lo q vi comento y todo... Volvere! Saludos

Pau Candi dijo...

Sí Naoko, yo también imagino a la pequeña Mara parecida a la pequeña Amelie! y supongo que no todos los gusanos en tu boca se transforman en mariposas... pero ese es otro asunto.

Yol dijo...

Gracias Pau por venir a buscarme.
Estoy en La Habana, con mi inspiración, dame tiempo de vuelta.

Besos de mar azul.

S dijo...

Las coincidencias llenan de sorpresa el alma, y hay que escucharlas, observalras, aprenderlas.

Claro, los niños siempre tienen mas claro el poder de sus intenciones. Aún no desarrollaron tan bien sus neurosis...

Besos

Nancy G. dijo...

muy bueno, que alegoria...que aplastada revolucion.Los pies de Mara me parecen aun mas fuertes que el final.

saludos

Anónimo dijo...

no conozco a ninguna malena.
¿o sí?

Anónimo dijo...

ah, paucito: ¿porqué no se puede escuchar la música que ponés ahí abajo de cada post?
besos, espero que estés bien